La historia de
Quintana Roo, como estado, comienza en 1902 cuando se crea el Territorio
Federal de Quintana Roo; sin embargo, para una mayor comprensión de los
procesos históricos que llevaron a la constitución de Quintana Roo como un
territorio independiente es preciso referenciar algunos de los principales
capítulos de su existencia.
A fines del siglo XIX
Yucatán carecía de medios para someter a los mayas rebeldes, de la parte
oriental de la península. El presidente Porfirio Díaz buscaba, el control
económico y político de la frontera con Belice y la explotación de estas ricas
tierras en recursos naturales y forestales. El 24 de noviembre de 1902 se creó
el Territorio Federal de Quintana Roo con una extensión de 50 000 km2.
Pocos después, fue
nombrado el general de división José María de la Vega primer jefe político de
Quintana Roo ejerciendo su función desde el Campamento General Vega, que
funcionó en los hechos como capital del naciente Territorio. Durante la
Administración de José María de la Vega, se optó por una división en tres
distritos de acuerdo con su situación geográfica: norte, centro y sur. De 1903
a 1911 el General Ignacio A. Bravo se desempeñó como jefe político del
Territorio. Por esos tiempos el territorio se caracterizó por el creciente
arribo de presos políticos y opositores al régimen a la colonia penal llamada
“Cuerpo de Operarios”. Entre abril y mayo de 1903 se llevaron a cabo las
primeras elecciones en el Territorio de Quintana Roo para conformar los ayuntamientos
en Payo Obispo, Bacalar, Xcalak, Campamento General Vega e Isla Mujeres; en
Cozumel se instaló una junta municipal.
El 27 de febrero de
1904 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Ley de Organización
Política y Municipal del Territorio Federal de Quintana Roo en la que se
especificaba que la capital del Territorio sería Santa Cruz de Bravo.
A partir de 1911 el
general Manuel Sánchez Rivera fue enviado por el gobierno del presidente
Francisco I Madero para sustituir a Bravo en el poder. En junio de 1913,
Carranza decretó la anexión del Territorio de Quintana Roo a Yucatán. En junio
de 1915 el gobernador yucateco Salvador Alvarado, decidió devolver a los mayas
Santa Cruz, desplazándo la capital a Payo Obispo. El 26 de junio Carranza expidió
en Veracruz otro decreto que derogaba el de 1913 y reintegraba el Territorio de
Quintana Roo. En 1918 Carranza, otorgó a Francisco May el grado de general
constitucionalista, mismo que controló y monopolizó la compra-venta de toda la
producción chiclera de la zona y concentró gran poder político.
Entre 1916 y 1930, con
el traslado de la capital del Territorio a Payo Obispo, la zona sur de Quintana
Roo tuvo un importante desarrollo. La organización política del Territorio, se
modificó en 1917 con la creación de los municipios libres promulgada en la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Quintana Roo quedó
dividido en tres municipios: Cozumel, Isla Mujeres y Payo Obispo.
En 1924, Plutarco
Elías Calles nombró al general Amado Aguirre gobernador del Territorio y al
propio tiempo jefe de una comisión para realizar un estudio político,
administrativo y económico de Quintana Roo, con la intención de evaluar la
conveniencia de conservar al Territorio como entidad dependiente de la
federación.
Durante la gestión del
doctor José Siurob, a fines de 1928 se decretó la desaparición de los
municipios libres en los territorios federales; éstos fueron sustituidos por
delegaciones de gobierno lo cual nuevamente dio al gobernador un poder
centralizado y provocó que varios quintanarroenses fueran relegados de los
puestos públicos. Quintana Roo quedó dividido en cuatro delegaciones con
cabeceras en: Payo Obispo, Santa Cruz, Cozumel e Isla Mujeres. El 14 de
diciembre de 1931 se decretó la anexión de Quintana Roo a los estados de
Yucatán y Campeche aduciendo que el Territorio, al no poder bastarse a sí mismo
económicamente, representaba un enorme egreso para la federación.
El 11 de enero de 1935
el presidente Cárdenas emitió un decreto, publicado en el Diario Oficial el 16
de enero, mediante el cual se creó nuevamente el Territorio Federal de Quintana
Roo. El 8 de febrero de 1935 ocupó la gubernatura del Territorio el general
Rafael E. Melgar, considerado como uno de los gobernadores más destacados de la
entidad. Melgar dejó la gubernatura del Territorio en diciembre de 1940, le
sustituyó Gabriel R. Guevara quien permaneció en el poder hasta abril de 1944.
En abril de 1944 tomó
posesión como gobernador del Territorio Margarito Ramírez, quien ha sido el
gobernante con mayor tiempo de permanencia en el poder. La oposición a este
gobernador estuvo representada en organizaciones como, el Comité Pro Gobernador
Nativo formado en Cozumel (1946), el Frente Renovador Quintanarroense (1948) y
el Comité Pro Defensa Territorial de Quintana Roo. Durante la gestión de
Margarito Ramírez un huracán cambiaría la historia de la zona sur del
Territorio, y sus consecuencias traerían, tiempo después, beneficios económicos
y cambios políticos sustanciales. El 27 de septiembre de 1955, Janet, destruyó
por completo Xcalak, Vigía Chico y prácticamente la ciudad de Chetumal. El
huracán Janet fue un parteaguas en la vida de muchas poblaciones, la historia
de Chetumal y de Xcalak, por ejemplo, se escribe antes y después del Janet.
El presidente Adolfo
López Mateos nombró como gobernador del Territorio al ingeniero Aarón Merino
Fernández, quien con el apoyo económico de la federación contribuyó a la
reconstrucción de Chetumal, al fomento de la pequeña industria y al desarrollo
de la agricultura y ganadería.
En 1964 Merino
Fernández fue sustituido por Rufo Figueroa. Acorde con el proyecto de
transformación económica y social del Territorio, durante su gestión tuvo lugar
a la creación del ingenio Álvaro Obregón en tierras del ejido Pucté. Se inició
la expansión de la red carretera hacia el norte del Territorio para comunicar
Felipe Carrillo Puerto con Tulúm y Playa del Carmen.
El último gobernante
de esta década fue Javier Rojo Gómez, quien inició su periodo en mayo de 1967.
Se construyeron obras de beneficio social, entre las que destacan el Centro
Regional de Enseñanza Normal en Bacalar, la construcción de la carretera
Chetumal-Escárcega, la pavimentación de la carretera Puerto Juárez-Playa del
Carmen y la terracería del camino Felipe Carrillo Puerto-Tulum (1970).
La orientación
económica de la entidad daría un giro de 180 grados, al iniciar en Quintana Roo
la industria turística, hasta entonces poco explotada en la República Mexicana:
el turismo. Iniciaba la gestación de Cancún.
A fines de 1970
falleció Javier Rojo Gómez, le sustituyó, el 4 de enero de 1971, David Gustavo
Gutiérrez Ruiz, quien fue el último gobernador de Quintana Roo como Territorio
Federal. En 1972, el presidente Luis Echeverría Álvarez, emitió un acuerdo
presidencial que otorgó para todo el Territorio la condición de zona libre
durante los siguientes ocho años. Al fin Quintana Roo reunía las condiciones
necesarias establecidas en el artículo 73 de la Constitución el cual dispone,
que para dejar su condición de Territorio, debía contar con una población
mínima de 80 mil habitantes, ingresos propios suficientes para cubrir los
gastos de administración pública, así como la existencia de infraestructura
agrícola, industrial, comercial y educativa, entre otras.
El 2 de septiembre de
1974 Echeverría envío al Congreso de la Unión una iniciativa de ley para que
Quintana Roo y Baja California Sur fueran elevados a la categoría de estados.
Tras la aprobación de las legislaturas estatales, el 8 de octubre de 1974
Quintana Roo nació como estado libre y soberano con los mismos límites y
extensión que se le había otorgado en 1902. David Gustavo Gutiérrez Ruiz fue
nombrado gobernador provisional
Erección
del Territorio Federal de Quintana Roo
El presidente Díaz resolvió erigir el
Territorio Federal de Quintana Roo, mediante el decreto constitucional del 16
de enero de 1902 que segregó a Yucatán una superficie de 50,844 kilómetros
cuadrados. Previamente, el gobernador de Yucatán, general Francisco Cantón
Rosado, había manifestado al presidente, en carta del 14 de noviembre de 1901:
"Desde luego y sin vacilar
reconozco que Yucatán no puede por sí solo, como no ha podido en más de medio
siglo, recuperar, pacificar y conservar, ni menos colonizar y fomentar, la
comarca sudoriental segregada hace cincuenta y tres años por la rebelión de los
mayas, de la acción política y administrativa y del movimiento progresista y
civilizador de la República, y creo firmemente que sólo la Nación está en
condiciones de obtener esos beneficios. Pero no pudiendo realizarse éstos con
la libertad de acción y eficacia necesarias, permaneciendo la zona
reconquistada bajo la jurisdicción del Estado, se impone la conveniencia de
erigirla en Territorio Federal".
Opuso, sin embargo, cierta reticencia en cuanto
a la extensión geográfica de la nueva entidad y propuso, en carta fechada el 3
de diciembre del mismo año, que la línea divisoria partiera de Tulum y se
dirigiera al suroeste, pasando entre Tihosuco y Telá, hasta Put, 4 kilómetros
al sur de Tihosuco. A esta instancia contestó el Presidente Díaz el día 21:
"No había contestado la grata
de usted porque quise, antes de hacerlo con simple promesa de obsequiar sus
deseos, estudiar, desde luego con buena voluntad e interés de servirlo, la
manera de conciliar sus indicaciones con las conveniencias públicas, respecto
al Territorio de Quintana Roo ... Ahora lo hago incluyendo el plano en que bien
marcada con diversa tinta está la línea divisoria y con ella verá que si no fue
posible dejar a Yucatán todo el terreno que señala su proyecto es porque
quedaría comprendido en él un gran número de poblaciones que han estado
ocupadas por los indios rebeldes, y otras en las que ha habido serias
sublevaciones, como aconteció en Yodzonot cerca de Tisimín".
El licenciado Olegario Molina Solís, al tomar
posesión como gobernador de Yucatán, dijo el 1º de febrero de 1902:
"Las innumerables necesidades que por todas partes se hacen
sentir de un modo impetuoso, y a cuya satisfacción no han podido bastar los
productos de nuestra hacienda, convencen de la indiscutible conveniencia y
utilidad notoria que para el Estado de Yucatán traería la creación del
proyectado Territorio de Quintana Roo (creado 14 días antes, pero cuya noticia
no llegaba aún a Mérida), que sometiendo al exclusivo dominio federal las
tierras nuevamente reconquistadas a la civilización, nos descargaría de las
grandes y abrumadoras obligaciones que, sin aptitud de cumplir, seria forzoso
contraer para fundar y organizar las nuevas poblaciones que surgirán bien
pronto en aquellos campos desolados, sustraídos de hecho a nuestras
autoridades".
El
Territorio Federal y su Desarrollo Político
La capital del Territorio fue Santa Cruz de
Bravo, localidad que pronto convirtió el régimen porfirista en presidio
político. La población creció con cientos de relegados, muchos de ellos
combatientes liberales y otros simples desafectos al gobierno. Los mayas
continuaron en la selva, a menudo perseguidos; y surgieron los latifundios: el
de Faustino Martínez, en la zona norte; los de Angel Rivas, B. Barrios, A.
Terrazas, Faustino Martínez y Olegario Molina, en el centro; los de Rafael
León, Faustino Martínez, R. Reyes, H. Plumnier y la Compañía Stanford, en el
sur, en la jurisdicción de Payo Obispo; y los de Manuel Sierra Méndez (hijo de
justo Sierra O'Reilly) y José Dolores Pérez, en la isla de Cozumel.
En 1912 el presidente Madero designó gobernador
del Territorio al general Manuel Sánchez Rivera, quien dejó en libertad a todos
los presos políticos y logró dominar el impulso de venganza de los relegados
contra Ignacio A. Bravo, al que garantizó su segura salida de Santa Cruz.
Algunos políticos yucatecos, alegando que la creación del Territorio había sido
obra del dictador Porfirio Díaz, propusieron que la medida fuera rectificada
por los hombres de la Revolución y consiguieran que esa demanda figurara en el
programa del Partido Liberal Mexicano.
Primera
Supresión del Territorio Federal de Quintana Roo
En 1913 el Primer jefe Venustiano Carranza
designó gobernador y comandante militar al general Rafael Egealiz, pero el 10
de junio de ese año, presionado por los grandes intereses económicos de la
península, decretó en Piedras Negras la primera anexión de Quintana Roo a
Yucatán.
Reestablecimiento
del Territorio Federal de Quintana Roo
En marzo de 1915, atendiendo al parecer a los
mismos factores de poder, Abel Ortiz Argumedo se sublevó en Yucatán contra
Carranza, tratando de romper el pacto federal y proclamar de nueva cuenta la
independencia de ese Estado. Este acontecimiento y la renovada oposición de los
mayas hicieron rectificar a Carranza: estando en Veracruz, el 28 de junio de
ese año, dispuso el reestablecimiento del Territorio Federal.
Vencida la sublevación de Yucatán, el general
Salvador Alvarado, gobernador constitucionalista y comandante militar de la
península, fue a Santa Cruz de Bravo, donde los indios seguían combatiendo a
los soldados en los aledaños de la población y exigían el retiro de las tropas
y la restitución de sus tierras. Autorizado por el Primer jefe, el propio mes
de junio les entregó, por conducto del general Francisco May, el poblado y los
terrenos colindantes. Los indígenas ocuparon la región, pero temerosos de ser
víctimas en el futuro de nuevos ataques, decidieron incomunicarse de los blancos
y destruyeron con dinamita los depósitos de agua, incendiaron los carros del
ferrocarril a Vigía Chico, levantaron grandes tramos de vía, cortaron la línea
telefónica y destruyeron la estación telegráfica. Sin embargo, no volvieron a
levantarse en armas.
La capital del Territorio se trasladó entonces
a Payo Obispo y cerca de 4 mil blancos y mestizos se mudaron a la nueva sede de
los poderes. El general Carlos
Plank fue el primer
gobernador que despachó en ella.
A fines de 1916 lo sustituyó el coronel Carlos A. Vidal, quien a su vez
fue sucedido, a principios de 1917, por Octaviano
Solís, que había estado relegado en Santa Cruz de Bravo. Este construyó el
primer palacio de gobierno, un edificio de madera y láminas de zinc que estuvo
en la esquina de las calles de Héroes y 22 de Enero, frente al Parque Hidalgo,
inaugurado el 16 de septiembre de 1918; mejoró las relaciones con los mayas y
logró que Francisco May, acompañado de otros jefes indígenas, pasara a la
Ciudad de México a entrevistarse con el presidente Carranza, quien le reconoció
el grado de general.
A partir de 1918 se sucedieron en el poder los
generales Mateo Estrada, Isaías Samarripa (1920) y Pascual Coral Heredia (1923); y el coronel Librado Abitia, a quien depuso
Atanacio Rojas, de igual grado, jefe del cuartelazo delahuertista. Triunfantes
los partidarios de Obregón, volvió Abitia al gobierno hasta 1925, en que fue
nombrado el doctor y coronel Enrique Barocio, quien una vez cumplido su mandato
siguió ejerciendo la profesión médica hasta 1937, en que tuvo que ausentarse
por las persecuciones de que fue víctima de parte de la administración
territorial.
En 1925 y 1926 fueron gobernadores el general Amado Aguirre, Antonio Ancona Albertos y el profesor Candelario Garza. Durante estas
administraciones no se ejecutaron obras de significación. El Territorio siguió
incomunicado, excepto por mar a Veracruz, cada 30 días.
En 1927 asumió el poder el doctor y general José Siurob. Formó las primeras
cooperativas chicleras, consiguió que casi todas las comunidades indígenas
aceptaran la escuela rural y denunció los grandes latifundios, pero tuvo que
ceder el mando político, en 1930, al general Arturo
Campillo Seyde, sucedido en 1931 por el general Félix Bañuelos.
El
presupuesto otorgado al Territorio era insuficiente aun para cubrir la nómina
de los empleados. Las escuelas, los pequeños caminos vecinales, los aljibes
para captar el agua de la lluvia, los desmontes y el arreglo de calles eran
hechos con el esfuerzo personal de los pobladores
En
Payo Obispo había 4 mil habitantes y en la margen mexicana del río Hondo,
aparte los antiguos pueblos mayas, se habían establecido los poblados de
Subteniente López, Juan Sarabia, Palmar, Ramonal, Sabidos, Allende, Alvaro
Obregón (Menguel), Cocoyol, Pucté y San Francisco Botes, formados por indígenas
y algunos mestizos que trabajaban en las explotaciones forestales.
En
la zona norte, hasta los límites con Yucatán, había gente llegada de Tuxpan,
Tamaulipas y San Luis Potosí, dedicada a beneficiar el chicle y a cortar madera;
y en las islas, sólo nativos de Cozumel, Isla Mujeres y Holbox.
Segunda
Supresión del Territorio Federal de Quintana Roo
El presidente Pascual Ortiz Rubio, a instancias
de los políticos campechanos y yucatecos, decretó el 14 de diciembre de 1931 la
desaparición de la entidad,
aduciendo en el decreto respectivo las limitaciones económicas del erario.
Santa Cruz de Bravo y la región continental de la zona norte se adscribieron a
Yucatán; las Islas Holbox, Mujeres y Cozumel siguieron administradas por el
gobierno federal (hasta el 22 de marzo de 1934, en que también fueron anexadas
a Yucatán); y la jurisdicción de Payo Obispo y la zona sur, agregadas a
Campeche. Ambos estados enviaron presidentes municipales para que gobernaran a
la ciudadanía quintanarroense.
Comité
Pro Territorio
Desde el 6 de octubre anterior, cuando se
tuvieron las primeras noticias respecto a la supresión de la entidad, se
formaron el Comité Pro Territorio, en Payo Obispo, y sendos subcomités en Santa
Cruz de Bravo, Cozumel e Isla Mujeres. Los directivos fueron el doctor Enrique
Barocio (presidente), Gil Aguilar Carrasco (secretario), Pedro J. Cervera
(prosecretario), José Marrufo Hernández, Arturo Namur Aguilar y Mariano Angulo
Medrano (vocales). El día 7 dirigieron a Ortiz Rubio la siguiente comunicación:
"Entendemos que el deseo de
entregar a los estados de Campeche y Yucatán nuestro Territorio, obedece en
parte a la aflictiva situación económica por la cual atraviesa el Erario
Federal. Tenemos la convicción de que si el Territorio ha sido una carga al
erario federal en los últimos años, seguirá también siéndolo para los estados
de Campeche y Yucatán, cuyas condiciones económicas son muchísimo más malas que
aquellas por las que atraviesa actualmente el Gobierno Federal. Además, ni Campeche
ni Yucatán podrían hacer efectiva su autoridad ni sostener su administración
por la carencia absoluta de vías de comunicación con este Territorio, que en
ese sentido está mucho mejor ligado con el centro que con dichos estados.
Los habitantes de este Territorio
tenemos tanto derecho a amar a nuestra patria común, como a nuestra patria
chica, y siempre hemos tenido el deseo de que con el tiempo esta región se
convierta en un Estado Libre y Soberano integrante de los Estados Unidos
Mexicanos. Esto es posible, necesitándose solamente cambiar de modo radical la
forma de administrar este Territorio. Sin que el erario federal tenga que hacer
ninguna erogación para seguir sosteniendo el Territorio de Quintana Roo, éste
puede subsistir con sus propios recursos simplemente con cambiar su sistema
administrativo y al efecto nos permitimos hacer a usted de la manera más
respetuosa las siguientes proposiciones: Primera. Que subsista como Territorio
Federal el actual Territorio de Quintana Roo, suprimiéndose las cantidades que
por concepto de subsidio le ministre para sus atenciones el erario federal.
Segunda. Los habitantes del Territorio de
Quintana Roo propondremos a usted un proyecto para reformar la administración
del mismo, garantizando a usted su buena marcha siempre que las autoridades
sean designadas entre los habitantes del mismo. Tercera. Permítasenos a los
habitantes de Quintana Roo administrarlo durante 2 años por vía de prueba y de
acuerdo con el Gobierno Federal, para que podamos demostrar a toda la nación
que estamos en condiciones de llevar a cabo nuestro proyecto sin tropiezos,
haciendo prosperar a este Territorio.
Esta petición respaldada
unánimemente por todo el pueblo de Quintana Roo, se inspira en el más puro
espíritu democrático, dentro de los lineamientos de la Revolución, con la que
estamos perfectamente identificados, y con el deseo de ayudar en una forma
eficaz al Gobierno Federal a resolver satisfactoriamente su situación
económica. Rogamos a usted respetuosamente apoyar ante las Cámaras Nacionales
nuestra petición”.
El Presidente de la República no atendió esta
instancia. La inconformidad popular se manifestó en el grito ¡Viva el
Territorio!, que de día y de noche se lanzaba en todas partes, ocasionando
frecuentes encuentros con las autoridades.
La exasperación subió de tono cuando éstas se
llevaron a Campeche la modesta planta eléctrica de Payo Obispo, la imprenta
oficial, el mobiliario de las oficinas públicas y los juegos infantiles que
había en el Parque Hidalgo; pero llegó al colmo cuando empezaron a vender el
agua de lluvia almacenada en los aljibes públicos. Toda actitud de protesta fue
reprimida con arrestos y multas.
El 19 de marzo de 1934 llegó a Payo Obispo el
general Lázaro Cárdenas, candidato a la Presidencia de la República en gira de
propaganda política. Lo acompañaba, entre otros, el gobernador de Campeche.
Todo el pueblo se congregó para recibirlo, al grito de "¡Viva el
Territorio!". Al frente de la multitud Cárdenas caminó hasta la Flotilla
del Sur, donde se reunió a deliberar con los directivos del Comité que presidía
José Marrufo Hernández, mientras los vecinos esperaban en las calles
adyacentes. Al cabo de varias horas, Cárdenas salió al balcón de ese edificio y
dijo:
"He obtenido del señor gobernador del Estado de Campeche, ya
que mi condición actual es de simple candidato a la Presidencia de la
República, la autorización correspondiente que los faculta a ustedes para que
en este momento, en plebiscito público, libremente, elijan a un hombre del
pueblo para que los gobierne como presidente municipal y a otro para que los
represente en la Legislatura del Estado. Además, quiero decirles que les
prometo solemnemente que una de mis primeras disposiciones al tomar posesión de
la Presidencia de la República, si el voto del pueblo mexicano me favorece,
será el de llenar los requisitos constitucionales para erigir nuevamente a
Quintana Roo en Territorio Federal".
Tras una estruendosa ovación, se eligieron en
el Parque Hidalgo a Marrufo Hernández, como presidente municipal, y a Baltazar
P. González, como diputado. Asumieron la dirección del Comité los señores
Belisario Pérez Falcón (presidente) y Juan E. Villanueva Rivero (secretario).
Segunda
Restauración del Territorio Federal de Quintana Roo
Por decreto del 11 de enero de 1935, publicado
en el Diario Oficial el día 16 siguiente, el presidente
Cárdenas restituyó el Territorio Federal de Quintana Roo, con la misma
extensión y límites con que fue creado el 24 de noviembre de 1902.
Se distinguieron en la lucha por mantener la
integridad del Territorio las siguientes personas: doctor Enrique Barocio, de
Puebla, Baltazar P. González, José Amorós y Ramón González Téllez, de Veracruz;
Belisario Pérez Falcón y Audomaro Andrade Oropeza, de Tabasco; Primitivo Alonso
Fernández, Arturo Namur Aguilar, Abelardo Castillejos, Manuel J. Palma, Manuel
Ríos Uribe, profesora Amelia Azarcoya Medina, licenciado Octaviano A. González
y Manuel Jiménez, de Yucatán; Aurelio Aranda T. y José Santos Villa, del
Distrito Federal; Luis Rivero Rico, Manuel López S. y licenciado Ricardo Zapata
R., de Campeche; Darío Guerrero, de Guerrero; Leandro Escudero, de Hidalgo; y
José Marrufo Hernández, Juan E. Villanueva Rivero, Pedro J. Cervera, Mariano
Angulo Medrano, Pablo Esparza Herrera, Pedro Pérez Garrido, Enrique Ruiz Cortés,
Julián y Guillermo Sansores, Luis Coral Romero, Primitivo Alonso Marín, Carlos
Suárez Alavez, Rogelio Cervera, Spiro y Demetrio Yeladaqui, Adrián Onofre
Ramírez, Angel Hernández, Andrés Oliva Díaz, Guillermo Rodríguez, Domingo
Núñez, Abraham Villanueva, Eduardo Sangri y Juan Manzanilla, de Quintana Roo.
En 1935, fue designado gobernador Rafael E. Melgar. Distribuyó
los puestos públicos, inclusive los de policía, entre amigos y paisanos suyos
de Oaxaca; pero el 28 de septiembre de 1936 el presidente Cárdenas, en su
Programa de Gobierno para los Territorios Federales, dispuso que las
secretarías de Estado y el ejecutivo territorial integrasen su personal con
nativos de la entidad o con ciudadanos que tuvieran 5 años de residencia
anteriores a la fecha de su nombramiento.
El Comité Pro Territorio ofreció su más amplia
colaboración al gobernador; éste, en cambio, reclamó la desaparición de ese
organismo; forzó al doctor Barocio a ausentarse de Payo Obispo y encareció a
Juan E. Villanueva Rivero, Pascual Sangri, Audomaro Andrade Oropeza y Luis
Coral Romero.
Problemas
de Límites entre Quintana Roo y Campeche
En la temporada chiclera 1938-1939, la
Cooperativa Los Chenes, del Estado de Campeche, explotó bosques de la región de
Nohsayab, en el Territorio de Quintana Roo, e invadió las zonas forestales de
Icaiché y Laguna - Om, donde ya estaban establecidas otras sociedades locales.
En esa misma región, amparados con permisos expedidos por la Agencia General de
la Secretaría de Agricultura, operaban los contratistas Ramiro Ortiz, Vicente
Montero, Juan Herrera, Rigoberto Cervera y Venancio Baeza, todos vecinos de la
ciudad de Campeche.
Con este motivo las autoridades campechanas
crearon un problema artificial de límites, alegando que Icaiché, Nohsayab,
Halatún, Mesapich y Xkanhá figuraron en el
Censo General de Población del Distrito de Campeche formado en 1861, que sirvió de
base para la erección de ese Estado en 1862 y pretendiendo situar el Punto Put
en lugar distinto al astronómico, cuya localización oficial fue sancionada por
las legislaturas de Campeche (decreto 71) y Yucatán
(decreto 165) el 11 y el 6 de septiembre de 1922, respectivamente.
Al intervenir en este litigio, las autoridades
nacionales ordenaron que una comisión de ingenieros de la Secretaría de
Agricultura esclareciera los límites entre Campeche y Quintana Roo. El dictamen
consta en oficio Núm. 221-7237-2114867 (antecedente 193) del Departamento
Autónomo Forestal de Caza y Pesca, del 13 de febrero de 1939, y dice:
"De acuerdo con las coordenadas geográficas obtenidas para
los puntos Xkanhá y Nohsayab, que se citan en las actas relativas y siendo la
longitud del meridiano que forma la línea divisoria entre ambas entidades de
89º24' 46", se llega a la conclusión de que los citados puntos se encuentran
dentro del Territorio de Quintana Roo".
Además, algunos investigadores locales
aportaron las siguientes noticias: 1. En el censo que sirvió de base para la
erección del Estado de Campeche no aparecen Icaiché ni Halatún; 2. Halatún está
más al occidente que Nohsayab y por lo tanto éste queda en la jurisdicción del
Territorio; 3. En el Partido de Lochhá aparecen Mesapich y Xkanhá, pero al
final de aquel censo hay una nota fechada en Campeche el 20 de mayo de 1861,
firmada por Santiago Martínez, secretario de Gobierno, indicando que la
municipalidad de Lochhá pertenecía al Estado de Yucatán; 4. Icaiché, no fue,
como afirmó el gobierno campechano, región de indios pacíficos cuando la Guerra
de 1847, sino población beligerante, pacificada hasta 1898 por el comandante
Blanco y luego bajo el dominio político y administrativo del Territorio; y 5.
En los planos de la península de Yucatán de Santiago Nigra de San Martin (1848)
y de H. Fremont (1861) no aparecen las poblaciones reclamadas por Campeche.
Sin embargo, movidos por el interés de las
riquezas forestales del Territorio, los gobernadores de Campeche y Yucatán
celebraron en Mérida, el 13 de diciembre de 1939, un Convenio de Límites entre
Campeche y Quintana Roo, sin la presencia de ningún representante federal. Aun
así, lograron que el 15 de mayo de 1940 el presidente Cárdenas expidiera un
acuerdo atribuyendo a Campeche los pueblos de Icaiché, Nohsayab, Halatún y
Xkanhá.
Consolidación
Política y Económica del Territorio Federal de Quintana Roo
En diciembre de 1940 tomó posesión como
gobernador el general Gabriel
R. Guevara Orihuela; construyó y luego prolongó el muelle fiscal de
Chetumal; erigió el Monumento a la Bandera en el malecón; y promovió los
aeropuertos de Chetumal y Cozumel, que serían muy útiles en ocasión de la
Segunda Guerra Mundial. El 30 de marzo de 1944 fue sustituido por Margarito Ramírez, quien
permaneció 15 años en el poder: terminó el Palacio de Gobierno; obligó a las compañías
norteamericanas compradoras de chicle y madera de caoba a celebrar sus
contratos y recibir los productos con sujeción a las leyes del país; inauguró
la terracería de Chetumal a Peto; organizó la empresa industrial MIQRO (Maderas
Industrializadas de Quintana Roo), para acabar con la exportación de maderas
finas en rollo o troza, y estimular la instalación de aserraderos; construyó el
Teatro Avila Camacho y fundó la primera escuela secundaria. Con motivo del
ciclón Janet, que arrasó Chetumal el 27 de septiembre de 1955, la situación se
volvió crítica, pero gracias a los esfuerzos de la Federación de Cooperativas y
del Banco de Comercio Exterior se crearon empleos para aprovechar los árboles
de cedro y de caoba derribados, y así pudieron los habitantes de la región
reedificar sus casas, ciertamente con modestia.
El 7 de diciembre de 1957 llegó a Chetumal el
licenciado Adolfo López Mateos, candidato a la Presidencia de la República. Los
vecinos lo recibieron con entusiasmo, pero denunciaron el abandono en que se
encontraba la entidad, solicitaron mayor ayuda federal para su desarrollo y
pidieron de modo unánime que se nombrara a un nativo como gobernador.
Sin embargo, el 16 de enero de 1959 fue
designado para este cargo el ingeniero Aarón
Merino Fernández, poblano, quien llevó a sus amigos como empleados. Trabajó
de inmediato en la reconstrucción de Chetumal e impulsó el desarrollo del
Territorio, ya con vistas a convertirlo en Estado, según lo anunció
públicamente el presidente en la Explanada de la Bandera, el 7 de diciembre de
ese año.
Lo sucedieron Eligio
Mendoza Becerra, y el 20 de marzo de 1965, Rufo Figueroa, guerrerense,
cuya precaria salud lo fue aquejando cada vez más hasta obligarlo a dejar casi
todos los asuntos oficiales en manos del Secretario General de Gobierno.
El 2 de junio de 1967, fue sustituido por el
licenciado Javier Rojo Gómez,
hidalguense, quien falleció el 31 de diciembre de 1970. Al igual que los
gobernadores anteriores, a partir de Melgar, Rojo Gómez defendió la integridad
del territorio quintanarroense. Varias veces se opuso a los propósitos
expansionistas de Yucatán y Campeche; la última de ellas el 17 de octubre de
1968, en que se dirigió al ingeniero Norberto Aguirre Palancares denunciando
que la delegación del Departamento Agrario en Yucatán, de acuerdo con el
gobernador de ese Estado, trataba de crear nuevos centros de población en
Felipe Carrillo Puerto, Chan Tres Reyes, Emiliano Zapata, La Esperanza, San
Francisco de Asís, Santa Cruz, Santa Anita, Chacabal, Benito Juárez y otros
sitios de Quintana Roo que la administración del Territorio poseía de modo
quieto y pacífico. Y añadía que las propias autoridades pretendían dotar en la
misma región, en forma provisional, a los pueblos de Tigre Grande, Blanca Flor,
Xtoloc, Corral, El Escondido, Puerto Arturo y Holbé. Estos procedimientos
fueron suspendidos.
Creación
del Estado Libre y Soberano de Quintana Roo
El 7 de enero de 1971 tomó posesión como
gobernador el licenciado David
G. Gutiérrez Ruiz. El 3 de abril de 1974 el gobernador Gutiérrez Ruiz
declaró que ya era conveniente y necesario erigir el Territorio en Estado Libre
y Soberano, pues a su juicio la entidad satisfacía los requisitos de población
y capacidad económica que señala para ese objeto la Constitución.
Al día siguiente reiteró de modo oficial esa
iniciativa ante el presidente Luis Echeverría y solicitó asimismo la creación
de los municipios libres de Othón P. Blanco (Chetumal), Bacalar, Felipe
Carrillo Puerto, José María Morelos, Benito Juárez (Cancún), General Lázaro
Cárdenas (Kantunilkín), Cozumel e Isla Mujeres. El Territorio tuvo municipios
hasta 1929, en que desaparecieron para convertirse en delegaciones. El
presidente Echeverría aceptó las dos proposiciones.
a pequeña barca, recalaron en las costas
mexicanas del Caribe; la mayoría fueron muertos y los sobrevivientes, Gonzalo
Guerrero y Gerónimo de Aguilar, llevados ante Nachancán, cacique de Chactemal.
Gonzalo Guerrero se adaptó a las costumbres de los mayas, casó con la hija del
jefe, tuvo de ella tres hijos y los indios lo tenían por capitán cuando hacían
la guerra; Jerónimo Aguilar fue encontrado por Hernán Cortés en 1519, se
convirtió en una de las dos "lenguas" (intérprete) de la conquista y
fue portador de una carta de Cortés para Guerrero, invitándolo a unirse a la
expedición, pero el marinero español rechazó la oferta.
El 8 de diciembre de 1526 Francisco de Montejo
consiguió de Carlos V, en Granada, capitulaciones para la conquista de Yucatán
y el título de adelantado para sí y sus herederos. Llegó a Cozumel en
septiembre de 1527, trató de penetrar a la península por el oriente, fundó
varias poblaciones que tuvo que abandonar por la hostilidad de los mayas y en
1528 se retiró a México para conferenciar con su hijo del mismo nombre y
decidir acometer juntos la empresa por el occidente. Ambos lucharon en tierras
mayas de 1530 a 1535, pero no lograron vencer la resistencia de los indios del
centro y el este. Uno de sus capitanes, Alonso Dávila, exploró el cacicazgo de
Nachancán, que los indígenas llamaban Uaymil y Chetemal; pasó por Tulum, donde desistió de fundar una ciudad, y llegó a Bakhalal,
que encontró despoblada. El cacique local, aconsejado por Guerrero, se había
internado en la selva con sus hombres y las familias de éstos, para combatir
por sorpresa a los españoles. Dávila estableció en Chetemal una población con
el nombre de Villa Real, pero acosado por los indios tuvo que embarcarse y
navegar hasta Champotón. El 4 de abril de 1531 se expidió una real cédula
ordenando a la Audiencia de la Nueva España que auxiliara a Montejo; éste fue
provisto de víveres, soldados, caballos y armas, pero a la postre pasó a
Tabasco y luego a Honduras, dando por terminado su segundo proyecto de
conquista. Los indígenas, mientras tanto, sufrieron hambre y muchas muertes,
debido a la sequía y a las plagas de langosta. Francisco Montejo León, hijo del
adelantado, buscó nueva ayuda de hombres y dinero en la Nueva España, por
instrucciones de su padre, y a fines de 1540 emprendió una nueva y fructuosa
campaña.
La conquista de la península terminó el 23 de
enero de 1541, con la rendición, en T-Ho (Mérida), de los principales
cacicazgos. Sólo se mantuvo en rebeldía la provincia de Bakhalal, que resistió
hasta 1545. Este mismo año Melchor Pacheco fundó allí la Villa de Salamanca de
Bacalar. Todavía en 1639 buena parte de los mayas orientales continuaban
alzados contra los españoles.
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