martes, 10 de noviembre de 2015

LA HISTORIA DE QUINTANA ROO

La historia de Quintana Roo, como estado, comienza en 1902 cuando se crea el Territorio Federal de Quintana Roo; sin embargo, para una mayor comprensión de los procesos históricos que llevaron a la constitución de Quintana Roo como un territorio independiente es preciso referenciar algunos de los principales capítulos de su existencia.
A fines del siglo XIX Yucatán carecía de medios para someter a los mayas rebeldes, de la parte oriental de la península. El presidente Porfirio Díaz buscaba, el control económico y político de la frontera con Belice y la explotación de estas ricas tierras en recursos naturales y forestales. El 24 de noviembre de 1902 se creó el Territorio Federal de Quintana Roo con una extensión de 50 000 km2.

Pocos después, fue nombrado el general de división José María de la Vega primer jefe político de Quintana Roo ejerciendo su función desde el Campamento General Vega, que funcionó en los hechos como capital del naciente Territorio. Durante la Administración de José María de la Vega, se optó por una división en tres distritos de acuerdo con su situación geográfica: norte, centro y sur. De 1903 a 1911 el General Ignacio A. Bravo se desempeñó como jefe político del Territorio. Por esos tiempos el territorio se caracterizó por el creciente arribo de presos políticos y opositores al régimen a la colonia penal llamada “Cuerpo de Operarios”. Entre abril y mayo de 1903 se llevaron a cabo las primeras elecciones en el Territorio de Quintana Roo para conformar los ayuntamientos en Payo Obispo, Bacalar, Xcalak, Campamento General Vega e Isla Mujeres; en Cozumel se instaló una junta municipal.
El 27 de febrero de 1904 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Ley de Organización Política y Municipal del Territorio Federal de Quintana Roo en la que se especificaba que la capital del Territorio sería Santa Cruz de Bravo.
A partir de 1911 el general Manuel Sánchez Rivera fue enviado por el gobierno del presidente Francisco I Madero para sustituir a Bravo en el poder. En junio de 1913, Carranza decretó la anexión del Territorio de Quintana Roo a Yucatán. En junio de 1915 el gobernador yucateco Salvador Alvarado, decidió devolver a los mayas Santa Cruz, desplazándo la capital a Payo Obispo. El 26 de junio Carranza expidió en Veracruz otro decreto que derogaba el de 1913 y reintegraba el Territorio de Quintana Roo. En 1918 Carranza, otorgó a Francisco May el grado de general constitucionalista, mismo que controló y monopolizó la compra-venta de toda la producción chiclera de la zona y concentró gran poder político.
Entre 1916 y 1930, con el traslado de la capital del Territorio a Payo Obispo, la zona sur de Quintana Roo tuvo un importante desarrollo. La organización política del Territorio, se modificó en 1917 con la creación de los municipios libres promulgada en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Quintana Roo quedó dividido en tres municipios: Cozumel, Isla Mujeres y Payo Obispo.

En 1924, Plutarco Elías Calles nombró al general Amado Aguirre gobernador del Territorio y al propio tiempo jefe de una comisión para realizar un estudio político, administrativo y económico de Quintana Roo, con la intención de evaluar la conveniencia de conservar al Territorio como entidad dependiente de la federación.
Durante la gestión del doctor José Siurob, a fines de 1928 se decretó la desaparición de los municipios libres en los territorios federales; éstos fueron sustituidos por delegaciones de gobierno lo cual nuevamente dio al gobernador un poder centralizado y provocó que varios quintanarroenses fueran relegados de los puestos públicos. Quintana Roo quedó dividido en cuatro delegaciones con cabeceras en: Payo Obispo, Santa Cruz, Cozumel e Isla Mujeres. El 14 de diciembre de 1931 se decretó la anexión de Quintana Roo a los estados de Yucatán y Campeche aduciendo que el Territorio, al no poder bastarse a sí mismo económicamente, representaba un enorme egreso para la federación.
El 11 de enero de 1935 el presidente Cárdenas emitió un decreto, publicado en el Diario Oficial el 16 de enero, mediante el cual se creó nuevamente el Territorio Federal de Quintana Roo. El 8 de febrero de 1935 ocupó la gubernatura del Territorio el general Rafael E. Melgar, considerado como uno de los gobernadores más destacados de la entidad. Melgar dejó la gubernatura del Territorio en diciembre de 1940, le sustituyó Gabriel R. Guevara quien permaneció en el poder hasta abril de 1944.

En abril de 1944 tomó posesión como gobernador del Territorio Margarito Ramírez, quien ha sido el gobernante con mayor tiempo de permanencia en el poder. La oposición a este gobernador estuvo representada en organizaciones como, el Comité Pro Gobernador Nativo formado en Cozumel (1946), el Frente Renovador Quintanarroense (1948) y el Comité Pro Defensa Territorial de Quintana Roo. Durante la gestión de Margarito Ramírez un huracán cambiaría la historia de la zona sur del Territorio, y sus consecuencias traerían, tiempo después, beneficios económicos y cambios políticos sustanciales. El 27 de septiembre de 1955, Janet, destruyó por completo Xcalak, Vigía Chico y prácticamente la ciudad de Chetumal. El huracán Janet fue un parteaguas en la vida de muchas poblaciones, la historia de Chetumal y de Xcalak, por ejemplo, se escribe antes y después del Janet.

El presidente Adolfo López Mateos nombró como gobernador del Territorio al ingeniero Aarón Merino Fernández, quien con el apoyo económico de la federación contribuyó a la reconstrucción de Chetumal, al fomento de la pequeña industria y al desarrollo de la agricultura y ganadería.

En 1964 Merino Fernández fue sustituido por Rufo Figueroa. Acorde con el proyecto de transformación económica y social del Territorio, durante su gestión tuvo lugar a la creación del ingenio Álvaro Obregón en tierras del ejido Pucté. Se inició la expansión de la red carretera hacia el norte del Territorio para comunicar Felipe Carrillo Puerto con Tulúm y Playa del Carmen.

El último gobernante de esta década fue Javier Rojo Gómez, quien inició su periodo en mayo de 1967. Se construyeron obras de beneficio social, entre las que destacan el Centro Regional de Enseñanza Normal en Bacalar, la construcción de la carretera Chetumal-Escárcega, la pavimentación de la carretera Puerto Juárez-Playa del Carmen y la terracería del camino Felipe Carrillo Puerto-Tulum (1970).

La orientación económica de la entidad daría un giro de 180 grados, al iniciar en Quintana Roo la industria turística, hasta entonces poco explotada en la República Mexicana: el turismo. Iniciaba la gestación de Cancún.

A fines de 1970 falleció Javier Rojo Gómez, le sustituyó, el 4 de enero de 1971, David Gustavo Gutiérrez Ruiz, quien fue el último gobernador de Quintana Roo como Territorio Federal. En 1972, el presidente Luis Echeverría Álvarez, emitió un acuerdo presidencial que otorgó para todo el Territorio la condición de zona libre durante los siguientes ocho años. Al fin Quintana Roo reunía las condiciones necesarias establecidas en el artículo 73 de la Constitución el cual dispone, que para dejar su condición de Territorio, debía contar con una población mínima de 80 mil habitantes, ingresos propios suficientes para cubrir los gastos de administración pública, así como la existencia de infraestructura agrícola, industrial, comercial y educativa, entre otras.

El 2 de septiembre de 1974 Echeverría envío al Congreso de la Unión una iniciativa de ley para que Quintana Roo y Baja California Sur fueran elevados a la categoría de estados. Tras la aprobación de las legislaturas estatales, el 8 de octubre de 1974 Quintana Roo nació como estado libre y soberano con los mismos límites y extensión que se le había otorgado en 1902. David Gustavo Gutiérrez Ruiz fue nombrado gobernador provisional


Erección del Territorio Federal de Quintana Roo

El presidente Díaz resolvió erigir el Territorio Federal de Quintana Roo, mediante el decreto constitucional del 16 de enero de 1902 que segregó a Yucatán una superficie de 50,844 kilómetros cuadrados. Previamente, el gobernador de Yucatán, general Francisco Cantón Rosado, había manifestado al presidente, en carta del 14 de noviembre de 1901:
"Desde luego y sin vacilar reconozco que Yucatán no puede por sí solo, como no ha podido en más de medio siglo, recuperar, pacificar y conservar, ni menos colonizar y fomentar, la comarca sudoriental segregada hace cincuenta y tres años por la rebelión de los mayas, de la acción política y administrativa y del movimiento progresista y civilizador de la República, y creo firmemente que sólo la Nación está en condiciones de obtener esos beneficios. Pero no pudiendo realizarse éstos con la libertad de acción y eficacia necesarias, permaneciendo la zona reconquistada bajo la jurisdicción del Estado, se impone la conveniencia de erigirla en Territorio Federal".
Opuso, sin embargo, cierta reticencia en cuanto a la extensión geográfica de la nueva entidad y propuso, en carta fechada el 3 de diciembre del mismo año, que la línea divisoria partiera de Tulum y se dirigiera al suroeste, pasando entre Tihosuco y Telá, hasta Put, 4 kilómetros al sur de Tihosuco. A esta instancia contestó el Presidente Díaz el día 21:
"No había contestado la grata de usted porque quise, antes de hacerlo con simple promesa de obsequiar sus deseos, estudiar, desde luego con buena voluntad e interés de servirlo, la manera de conciliar sus indicaciones con las conveniencias públicas, respecto al Territorio de Quintana Roo ... Ahora lo hago incluyendo el plano en que bien marcada con diversa tinta está la línea divisoria y con ella verá que si no fue posible dejar a Yucatán todo el terreno que señala su proyecto es porque quedaría comprendido en él un gran número de poblaciones que han estado ocupadas por los indios rebeldes, y otras en las que ha habido serias sublevaciones, como aconteció en Yodzonot cerca de Tisimín".
El licenciado Olegario Molina Solís, al tomar posesión como gobernador de Yucatán, dijo el 1º de febrero de 1902:
"Las innumerables necesidades que por todas partes se hacen sentir de un modo impetuoso, y a cuya satisfacción no han podido bastar los productos de nuestra hacienda, convencen de la indiscutible conveniencia y utilidad notoria que para el Estado de Yucatán traería la creación del proyectado Territorio de Quintana Roo (creado 14 días antes, pero cuya noticia no llegaba aún a Mérida), que sometiendo al exclusivo dominio federal las tierras nuevamente reconquistadas a la civilización, nos descargaría de las grandes y abrumadoras obligaciones que, sin aptitud de cumplir, seria forzoso contraer para fundar y organizar las nuevas poblaciones que surgirán bien pronto en aquellos campos desolados, sustraídos de hecho a nuestras autoridades".

El Territorio Federal y su Desarrollo Político

La capital del Territorio fue Santa Cruz de Bravo, localidad que pronto convirtió el régimen porfirista en presidio político. La población creció con cientos de relegados, muchos de ellos combatientes liberales y otros simples desafectos al gobierno. Los mayas continuaron en la selva, a menudo perseguidos; y surgieron los latifundios: el de Faustino Martínez, en la zona norte; los de Angel Rivas, B. Barrios, A. Terrazas, Faustino Martínez y Olegario Molina, en el centro; los de Rafael León, Faustino Martínez, R. Reyes, H. Plumnier y la Compañía Stanford, en el sur, en la jurisdicción de Payo Obispo; y los de Manuel Sierra Méndez (hijo de justo Sierra O'Reilly) y José Dolores Pérez, en la isla de Cozumel.
En 1912 el presidente Madero designó gobernador del Territorio al general Manuel Sánchez Rivera, quien dejó en libertad a todos los presos políticos y logró dominar el impulso de venganza de los relegados contra Ignacio A. Bravo, al que garantizó su segura salida de Santa Cruz. Algunos políticos yucatecos, alegando que la creación del Territorio había sido obra del dictador Porfirio Díaz, propusieron que la medida fuera rectificada por los hombres de la Revolución y consiguieran que esa demanda figurara en el programa del Partido Liberal Mexicano.

Primera Supresión del Territorio Federal de Quintana Roo

En 1913 el Primer jefe Venustiano Carranza designó gobernador y comandante militar al general Rafael Egealiz, pero el 10 de junio de ese año, presionado por los grandes intereses económicos de la península, decretó en Piedras Negras la primera anexión de Quintana Roo a Yucatán.

Reestablecimiento del Territorio Federal de Quintana Roo

En marzo de 1915, atendiendo al parecer a los mismos factores de poder, Abel Ortiz Argumedo se sublevó en Yucatán contra Carranza, tratando de romper el pacto federal y proclamar de nueva cuenta la independencia de ese Estado. Este acontecimiento y la renovada oposición de los mayas hicieron rectificar a Carranza: estando en Veracruz, el 28 de junio de ese año, dispuso el reestablecimiento del Territorio Federal.
Vencida la sublevación de Yucatán, el general Salvador Alvarado, gobernador constitucionalista y comandante militar de la península, fue a Santa Cruz de Bravo, donde los indios seguían combatiendo a los soldados en los aledaños de la población y exigían el retiro de las tropas y la restitución de sus tierras. Autorizado por el Primer jefe, el propio mes de junio les entregó, por conducto del general Francisco May, el poblado y los terrenos colindantes. Los indígenas ocuparon la región, pero temerosos de ser víctimas en el futuro de nuevos ataques, decidieron incomunicarse de los blancos y destruyeron con dinamita los depósitos de agua, incendiaron los carros del ferrocarril a Vigía Chico, levantaron grandes tramos de vía, cortaron la línea telefónica y destruyeron la estación telegráfica. Sin embargo, no volvieron a levantarse en armas.
La capital del Territorio se trasladó entonces a Payo Obispo y cerca de 4 mil blancos y mestizos se mudaron a la nueva sede de los poderes. El general Carlos Plank fue el primer gobernador que despachó en ella.
A fines de 1916 lo sustituyó el coronel Carlos A. Vidal, quien a su vez fue sucedido, a principios de 1917, por Octaviano Solís, que había estado relegado en Santa Cruz de Bravo. Este construyó el primer palacio de gobierno, un edificio de madera y láminas de zinc que estuvo en la esquina de las calles de Héroes y 22 de Enero, frente al Parque Hidalgo, inaugurado el 16 de septiembre de 1918; mejoró las relaciones con los mayas y logró que Francisco May, acompañado de otros jefes indígenas, pasara a la Ciudad de México a entrevistarse con el presidente Carranza, quien le reconoció el grado de general.
A partir de 1918 se sucedieron en el poder los generales Mateo Estrada, Isaías Samarripa (1920) y Pascual Coral Heredia (1923); y el coronel Librado Abitia, a quien depuso Atanacio Rojas, de igual grado, jefe del cuartelazo delahuertista. Triunfantes los partidarios de Obregón, volvió Abitia al gobierno hasta 1925, en que fue nombrado el doctor y coronel Enrique Barocio, quien una vez cumplido su mandato siguió ejerciendo la profesión médica hasta 1937, en que tuvo que ausentarse por las persecuciones de que fue víctima de parte de la administración territorial.
En 1925 y 1926 fueron gobernadores el general Amado Aguirre, Antonio Ancona Albertos y el profesor Candelario Garza. Durante estas administraciones no se ejecutaron obras de significación. El Territorio siguió incomunicado, excepto por mar a Veracruz, cada 30 días.
En 1927 asumió el poder el doctor y general José Siurob. Formó las primeras cooperativas chicleras, consiguió que casi todas las comunidades indígenas aceptaran la escuela rural y denunció los grandes latifundios, pero tuvo que ceder el mando político, en 1930, al general Arturo Campillo Seyde, sucedido en 1931 por el general Félix Bañuelos.
El presupuesto otorgado al Territorio era insuficiente aun para cubrir la nómina de los empleados. Las escuelas, los pequeños caminos vecinales, los aljibes para captar el agua de la lluvia, los desmontes y el arreglo de calles eran hechos con el esfuerzo personal de los pobladores
En Payo Obispo había 4 mil habitantes y en la margen mexicana del río Hondo, aparte los antiguos pueblos mayas, se habían establecido los poblados de Subteniente López, Juan Sarabia, Palmar, Ramonal, Sabidos, Allende, Alvaro Obregón (Menguel), Cocoyol, Pucté y San Francisco Botes, formados por indígenas y algunos mestizos que trabajaban en las explotaciones forestales.
En la zona norte, hasta los límites con Yucatán, había gente llegada de Tuxpan, Tamaulipas y San Luis Potosí, dedicada a beneficiar el chicle y a cortar madera; y en las islas, sólo nativos de Cozumel, Isla Mujeres y Holbox.

Segunda Supresión del Territorio Federal de Quintana Roo

El presidente Pascual Ortiz Rubio, a instancias de los políticos campechanos y yucatecos, decretó el 14 de diciembre de 1931 la desaparición de la entidad, aduciendo en el decreto respectivo las limitaciones económicas del erario. Santa Cruz de Bravo y la región continental de la zona norte se adscribieron a Yucatán; las Islas Holbox, Mujeres y Cozumel siguieron administradas por el gobierno federal (hasta el 22 de marzo de 1934, en que también fueron anexadas a Yucatán); y la jurisdicción de Payo Obispo y la zona sur, agregadas a Campeche. Ambos estados enviaron presidentes municipales para que gobernaran a la ciudadanía quintanarroense.

Comité Pro Territorio

Desde el 6 de octubre anterior, cuando se tuvieron las primeras noticias respecto a la supresión de la entidad, se formaron el Comité Pro Territorio, en Payo Obispo, y sendos subcomités en Santa Cruz de Bravo, Cozumel e Isla Mujeres. Los directivos fueron el doctor Enrique Barocio (presidente), Gil Aguilar Carrasco (secretario), Pedro J. Cervera (prosecretario), José Marrufo Hernández, Arturo Namur Aguilar y Mariano Angulo Medrano (vocales). El día 7 dirigieron a Ortiz Rubio la siguiente comunicación:
"Entendemos que el deseo de entregar a los estados de Campeche y Yucatán nuestro Territorio, obedece en parte a la aflictiva situación económica por la cual atraviesa el Erario Federal. Tenemos la convicción de que si el Territorio ha sido una carga al erario federal en los últimos años, seguirá también siéndolo para los estados de Campeche y Yucatán, cuyas condiciones económicas son muchísimo más malas que aquellas por las que atraviesa actualmente el Gobierno Federal. Además, ni Campeche ni Yucatán podrían hacer efectiva su autoridad ni sostener su administración por la carencia absoluta de vías de comunicación con este Territorio, que en ese sentido está mucho mejor ligado con el centro que con dichos estados.
Los habitantes de este Territorio tenemos tanto derecho a amar a nuestra patria común, como a nuestra patria chica, y siempre hemos tenido el deseo de que con el tiempo esta región se convierta en un Estado Libre y Soberano integrante de los Estados Unidos Mexicanos. Esto es posible, necesitándose solamente cambiar de modo radical la forma de administrar este Territorio. Sin que el erario federal tenga que hacer ninguna erogación para seguir sosteniendo el Territorio de Quintana Roo, éste puede subsistir con sus propios recursos simplemente con cambiar su sistema administrativo y al efecto nos permitimos hacer a usted de la manera más respetuosa las siguientes proposiciones: Primera. Que subsista como Territorio Federal el actual Territorio de Quintana Roo, suprimiéndose las cantidades que por concepto de subsidio le ministre para sus atenciones el erario federal. Segunda. Los habitantes del Territorio de Quintana Roo propondremos a usted un proyecto para reformar la administración del mismo, garantizando a usted su buena marcha siempre que las autoridades sean designadas entre los habitantes del mismo. Tercera. Permítasenos a los habitantes de Quintana Roo administrarlo durante 2 años por vía de prueba y de acuerdo con el Gobierno Federal, para que podamos demostrar a toda la nación que estamos en condiciones de llevar a cabo nuestro proyecto sin tropiezos, haciendo prosperar a este Territorio.
Esta petición respaldada unánimemente por todo el pueblo de Quintana Roo, se inspira en el más puro espíritu democrático, dentro de los lineamientos de la Revolución, con la que estamos perfectamente identificados, y con el deseo de ayudar en una forma eficaz al Gobierno Federal a resolver satisfactoriamente su situación económica. Rogamos a usted respetuosamente apoyar ante las Cámaras Nacionales nuestra petición”.
El Presidente de la República no atendió esta instancia. La inconformidad popular se manifestó en el grito ¡Viva el Territorio!, que de día y de noche se lanzaba en todas partes, ocasionando frecuentes encuentros con las autoridades.
La exasperación subió de tono cuando éstas se llevaron a Campeche la modesta planta eléctrica de Payo Obispo, la imprenta oficial, el mobiliario de las oficinas públicas y los juegos infantiles que había en el Parque Hidalgo; pero llegó al colmo cuando empezaron a vender el agua de lluvia almacenada en los aljibes públicos. Toda actitud de protesta fue reprimida con arrestos y multas.
El 19 de marzo de 1934 llegó a Payo Obispo el general Lázaro Cárdenas, candidato a la Presidencia de la República en gira de propaganda política. Lo acompañaba, entre otros, el gobernador de Campeche. Todo el pueblo se congregó para recibirlo, al grito de "¡Viva el Territorio!". Al frente de la multitud Cárdenas caminó hasta la Flotilla del Sur, donde se reunió a deliberar con los directivos del Comité que presidía José Marrufo Hernández, mientras los vecinos esperaban en las calles adyacentes. Al cabo de varias horas, Cárdenas salió al balcón de ese edificio y dijo:
"He obtenido del señor gobernador del Estado de Campeche, ya que mi condición actual es de simple candidato a la Presidencia de la República, la autorización correspondiente que los faculta a ustedes para que en este momento, en plebiscito público, libremente, elijan a un hombre del pueblo para que los gobierne como presidente municipal y a otro para que los represente en la Legislatura del Estado. Además, quiero decirles que les prometo solemnemente que una de mis primeras disposiciones al tomar posesión de la Presidencia de la República, si el voto del pueblo mexicano me favorece, será el de llenar los requisitos constitucionales para erigir nuevamente a Quintana Roo en Territorio Federal".
Tras una estruendosa ovación, se eligieron en el Parque Hidalgo a Marrufo Hernández, como presidente municipal, y a Baltazar P. González, como diputado. Asumieron la dirección del Comité los señores Belisario Pérez Falcón (presidente) y Juan E. Villanueva Rivero (secretario).

Segunda Restauración del Territorio Federal de Quintana Roo

Por decreto del 11 de enero de 1935, publicado en el Diario Oficial el día 16 siguiente, el presidente Cárdenas restituyó el Territorio Federal de Quintana Roo, con la misma extensión y límites con que fue creado el 24 de noviembre de 1902.
Se distinguieron en la lucha por mantener la integridad del Territorio las siguientes personas: doctor Enrique Barocio, de Puebla, Baltazar P. González, José Amorós y Ramón González Téllez, de Veracruz; Belisario Pérez Falcón y Audomaro Andrade Oropeza, de Tabasco; Primitivo Alonso Fernández, Arturo Namur Aguilar, Abelardo Castillejos, Manuel J. Palma, Manuel Ríos Uribe, profesora Amelia Azarcoya Medina, licenciado Octaviano A. González y Manuel Jiménez, de Yucatán; Aurelio Aranda T. y José Santos Villa, del Distrito Federal; Luis Rivero Rico, Manuel López S. y licenciado Ricardo Zapata R., de Campeche; Darío Guerrero, de Guerrero; Leandro Escudero, de Hidalgo; y José Marrufo Hernández, Juan E. Villanueva Rivero, Pedro J. Cervera, Mariano Angulo Medrano, Pablo Esparza Herrera, Pedro Pérez Garrido, Enrique Ruiz Cortés, Julián y Guillermo Sansores, Luis Coral Romero, Primitivo Alonso Marín, Carlos Suárez Alavez, Rogelio Cervera, Spiro y Demetrio Yeladaqui, Adrián Onofre Ramírez, Angel Hernández, Andrés Oliva Díaz, Guillermo Rodríguez, Domingo Núñez, Abraham Villanueva, Eduardo Sangri y Juan Manzanilla, de Quintana Roo.
En 1935, fue designado gobernador Rafael E. Melgar. Distribuyó los puestos públicos, inclusive los de policía, entre amigos y paisanos suyos de Oaxaca; pero el 28 de septiembre de 1936 el presidente Cárdenas, en su Programa de Gobierno para los Territorios Federales, dispuso que las secretarías de Estado y el ejecutivo territorial integrasen su personal con nativos de la entidad o con ciudadanos que tuvieran 5 años de residencia anteriores a la fecha de su nombramiento.
El Comité Pro Territorio ofreció su más amplia colaboración al gobernador; éste, en cambio, reclamó la desaparición de ese organismo; forzó al doctor Barocio a ausentarse de Payo Obispo y encareció a Juan E. Villanueva Rivero, Pascual Sangri, Audomaro Andrade Oropeza y Luis Coral Romero.

Problemas de Límites entre Quintana Roo y Campeche

En la temporada chiclera 1938-1939, la Cooperativa Los Chenes, del Estado de Campeche, explotó bosques de la región de Nohsayab, en el Territorio de Quintana Roo, e invadió las zonas forestales de Icaiché y Laguna - Om, donde ya estaban establecidas otras sociedades locales. En esa misma región, amparados con permisos expedidos por la Agencia General de la Secretaría de Agricultura, operaban los contratistas Ramiro Ortiz, Vicente Montero, Juan Herrera, Rigoberto Cervera y Venancio Baeza, todos vecinos de la ciudad de Campeche.
Con este motivo las autoridades campechanas crearon un problema artificial de límites, alegando que Icaiché, Nohsayab, Halatún, Mesapich y Xkanhá figuraron en el Censo General de Población del Distrito de Campeche formado en 1861, que sirvió de base para la erección de ese Estado en 1862 y pretendiendo situar el Punto Put en lugar distinto al astronómico, cuya localización oficial fue sancionada por las legislaturas de Campeche (decreto 71) y Yucatán (decreto 165) el 11 y el 6 de septiembre de 1922, respectivamente.
Al intervenir en este litigio, las autoridades nacionales ordenaron que una comisión de ingenieros de la Secretaría de Agricultura esclareciera los límites entre Campeche y Quintana Roo. El dictamen consta en oficio Núm. 221-7237-2114867 (antecedente 193) del Departamento Autónomo Forestal de Caza y Pesca, del 13 de febrero de 1939, y dice:
"De acuerdo con las coordenadas geográficas obtenidas para los puntos Xkanhá y Nohsayab, que se citan en las actas relativas y siendo la longitud del meridiano que forma la línea divisoria entre ambas entidades de 89º24' 46", se llega a la conclusión de que los citados puntos se encuentran dentro del Territorio de Quintana Roo".
Además, algunos investigadores locales aportaron las siguientes noticias: 1. En el censo que sirvió de base para la erección del Estado de Campeche no aparecen Icaiché ni Halatún; 2. Halatún está más al occidente que Nohsayab y por lo tanto éste queda en la jurisdicción del Territorio; 3. En el Partido de Lochhá aparecen Mesapich y Xkanhá, pero al final de aquel censo hay una nota fechada en Campeche el 20 de mayo de 1861, firmada por Santiago Martínez, secretario de Gobierno, indicando que la municipalidad de Lochhá pertenecía al Estado de Yucatán; 4. Icaiché, no fue, como afirmó el gobierno campechano, región de indios pacíficos cuando la Guerra de 1847, sino población beligerante, pacificada hasta 1898 por el comandante Blanco y luego bajo el dominio político y administrativo del Territorio; y 5. En los planos de la península de Yucatán de Santiago Nigra de San Martin (1848) y de H. Fremont (1861) no aparecen las poblaciones reclamadas por Campeche.
Sin embargo, movidos por el interés de las riquezas forestales del Territorio, los gobernadores de Campeche y Yucatán celebraron en Mérida, el 13 de diciembre de 1939, un Convenio de Límites entre Campeche y Quintana Roo, sin la presencia de ningún representante federal. Aun así, lograron que el 15 de mayo de 1940 el presidente Cárdenas expidiera un acuerdo atribuyendo a Campeche los pueblos de Icaiché, Nohsayab, Halatún y Xkanhá.

Consolidación Política y Económica del Territorio Federal de Quintana Roo

En diciembre de 1940 tomó posesión como gobernador el general Gabriel R. Guevara Orihuela; construyó y luego prolongó el muelle fiscal de Chetumal; erigió el Monumento a la Bandera en el malecón; y promovió los aeropuertos de Chetumal y Cozumel, que serían muy útiles en ocasión de la Segunda Guerra Mundial. El 30 de marzo de 1944 fue sustituido por Margarito Ramírez, quien permaneció 15 años en el poder: terminó el Palacio de Gobierno; obligó a las compañías norteamericanas compradoras de chicle y madera de caoba a celebrar sus contratos y recibir los productos con sujeción a las leyes del país; inauguró la terracería de Chetumal a Peto; organizó la empresa industrial MIQRO (Maderas Industrializadas de Quintana Roo), para acabar con la exportación de maderas finas en rollo o troza, y estimular la instalación de aserraderos; construyó el Teatro Avila Camacho y fundó la primera escuela secundaria. Con motivo del ciclón Janet, que arrasó Chetumal el 27 de septiembre de 1955, la situación se volvió crítica, pero gracias a los esfuerzos de la Federación de Cooperativas y del Banco de Comercio Exterior se crearon empleos para aprovechar los árboles de cedro y de caoba derribados, y así pudieron los habitantes de la región reedificar sus casas, ciertamente con modestia.
El 7 de diciembre de 1957 llegó a Chetumal el licenciado Adolfo López Mateos, candidato a la Presidencia de la República. Los vecinos lo recibieron con entusiasmo, pero denunciaron el abandono en que se encontraba la entidad, solicitaron mayor ayuda federal para su desarrollo y pidieron de modo unánime que se nombrara a un nativo como gobernador.
Sin embargo, el 16 de enero de 1959 fue designado para este cargo el ingeniero Aarón Merino Fernández, poblano, quien llevó a sus amigos como empleados. Trabajó de inmediato en la reconstrucción de Chetumal e impulsó el desarrollo del Territorio, ya con vistas a convertirlo en Estado, según lo anunció públicamente el presidente en la Explanada de la Bandera, el 7 de diciembre de ese año.
Lo sucedieron Eligio Mendoza Becerra, y el 20 de marzo de 1965, Rufo Figueroa, guerrerense, cuya precaria salud lo fue aquejando cada vez más hasta obligarlo a dejar casi todos los asuntos oficiales en manos del Secretario General de Gobierno.
El 2 de junio de 1967, fue sustituido por el licenciado Javier Rojo Gómez, hidalguense, quien falleció el 31 de diciembre de 1970. Al igual que los gobernadores anteriores, a partir de Melgar, Rojo Gómez defendió la integridad del territorio quintanarroense. Varias veces se opuso a los propósitos expansionistas de Yucatán y Campeche; la última de ellas el 17 de octubre de 1968, en que se dirigió al ingeniero Norberto Aguirre Palancares denunciando que la delegación del Departamento Agrario en Yucatán, de acuerdo con el gobernador de ese Estado, trataba de crear nuevos centros de población en Felipe Carrillo Puerto, Chan Tres Reyes, Emiliano Zapata, La Esperanza, San Francisco de Asís, Santa Cruz, Santa Anita, Chacabal, Benito Juárez y otros sitios de Quintana Roo que la administración del Territorio poseía de modo quieto y pacífico. Y añadía que las propias autoridades pretendían dotar en la misma región, en forma provisional, a los pueblos de Tigre Grande, Blanca Flor, Xtoloc, Corral, El Escondido, Puerto Arturo y Holbé. Estos procedimientos fueron suspendidos.

Creación del Estado Libre y Soberano de Quintana Roo

El 7 de enero de 1971 tomó posesión como gobernador el licenciado David G. Gutiérrez Ruiz. El 3 de abril de 1974 el gobernador Gutiérrez Ruiz declaró que ya era conveniente y necesario erigir el Territorio en Estado Libre y Soberano, pues a su juicio la entidad satisfacía los requisitos de población y capacidad económica que señala para ese objeto la Constitución.
Al día siguiente reiteró de modo oficial esa iniciativa ante el presidente Luis Echeverría y solicitó asimismo la creación de los municipios libres de Othón P. Blanco (Chetumal), Bacalar, Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos, Benito Juárez (Cancún), General Lázaro Cárdenas (Kantunilkín), Cozumel e Isla Mujeres. El Territorio tuvo municipios hasta 1929, en que desaparecieron para convertirse en delegaciones. El presidente Echeverría aceptó las dos proposiciones.

a pequeña barca, recalaron en las costas mexicanas del Caribe; la mayoría fueron muertos y los sobrevivientes, Gonzalo Guerrero y Gerónimo de Aguilar, llevados ante Nachancán, cacique de Chactemal. Gonzalo Guerrero se adaptó a las costumbres de los mayas, casó con la hija del jefe, tuvo de ella tres hijos y los indios lo tenían por capitán cuando hacían la guerra; Jerónimo Aguilar fue encontrado por Hernán Cortés en 1519, se convirtió en una de las dos "lenguas" (intérprete) de la conquista y fue portador de una carta de Cortés para Guerrero, invitándolo a unirse a la expedición, pero el marinero español rechazó la oferta.
El 8 de diciembre de 1526 Francisco de Montejo consiguió de Carlos V, en Granada, capitulaciones para la conquista de Yucatán y el título de adelantado para sí y sus herederos. Llegó a Cozumel en septiembre de 1527, trató de penetrar a la península por el oriente, fundó varias poblaciones que tuvo que abandonar por la hostilidad de los mayas y en 1528 se retiró a México para conferenciar con su hijo del mismo nombre y decidir acometer juntos la empresa por el occidente. Ambos lucharon en tierras mayas de 1530 a 1535, pero no lograron vencer la resistencia de los indios del centro y el este. Uno de sus capitanes, Alonso Dávila, exploró el cacicazgo de Nachancán, que los indígenas llamaban Uaymil y Chetemal; pasó por Tulum, donde desistió de fundar una ciudad, y llegó a Bakhalal, que encontró despoblada. El cacique local, aconsejado por Guerrero, se había internado en la selva con sus hombres y las familias de éstos, para combatir por sorpresa a los españoles. Dávila estableció en Chetemal una población con el nombre de Villa Real, pero acosado por los indios tuvo que embarcarse y navegar hasta Champotón. El 4 de abril de 1531 se expidió una real cédula ordenando a la Audiencia de la Nueva España que auxiliara a Montejo; éste fue provisto de víveres, soldados, caballos y armas, pero a la postre pasó a Tabasco y luego a Honduras, dando por terminado su segundo proyecto de conquista. Los indígenas, mientras tanto, sufrieron hambre y muchas muertes, debido a la sequía y a las plagas de langosta. Francisco Montejo León, hijo del adelantado, buscó nueva ayuda de hombres y dinero en la Nueva España, por instrucciones de su padre, y a fines de 1540 emprendió una nueva y fructuosa campaña.
La conquista de la península terminó el 23 de enero de 1541, con la rendición, en T-Ho (Mérida), de los principales cacicazgos. Sólo se mantuvo en rebeldía la provincia de Bakhalal, que resistió hasta 1545. Este mismo año Melchor Pacheco fundó allí la Villa de Salamanca de Bacalar. Todavía en 1639 buena parte de los mayas orientales continuaban alzados contra los españoles.


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